La Importancia de la Música

Ayer las veladas eran amenizadas por la hija de la familia, que tocaba el piano o el clavicémbalo: hoy son amenizadas por el tocadiscos o el televisor. Desgraciadamente en tiempos de crisis, violencia y de falsas guerras, "millones de niños en México no saben y nunca sabrán qué es una partitura o clave de sol, no juegan ni crecen con las delicias del do, re, mi, fa, sol, la, si. Están condenados a ser consumidores de 'música chatarra'." deploran músicos profesionales, estudiantes y pedagogos.

Para empezar, desde las escuelas no contamos con una formación sólida, eso si bien nos va, porque en muchos de los casos es inexistente la falta de programas que nos inicien en este camino; por ejemplo, en muchos países se puede estudiar música sin que necesariamente la gente se dedique a ella. Y aunque contamos con un programa llamado ¡Ah que la canción!, creado en 2008 por conducto de ConArte (Consorcio Internacional Arte y Escuela), que trata de poner a cantar a los alumnos de las escuelas públicas, música mexicana, ha sido rezagado y prácticamente olvidado por la actual administración de la SEP.

Mientras tanto tendremos que seguir viendo como la gran mayoría de la población infantil está apartada de la oportunidad de desarrollar, mediante la música, más conexiones neuronales, utilizar de manera muy compleja sus dos hemisferios cerebrales o ayudar a su sistema nervioso a madurar ágilmente. Bien comenta, Mercedes Benet, arpista y maestra del Conservatorio Nacional de Música. "el acceso a una buena educación musical es privilegio de un puñado de tercos, suertudos o, en el mejor de los casos, el camino natural de quienes provienen de familias dedicadas a ese arte".

Pese a todo, gracias al esfuerzo de varios entusiastas, podemos encontrar opciones interesantes para los que quieran seguir por esta difícil aventura, aunque sólo para los que viven en el DF, tenemos "La escuela de Música del Rock a la Palabra" que se encuentra en avenida de la Paz 26, San Ángel; mayores informes en www.rockalapalabra.blogspot.com cabe mencionar que no es una escuela iniciadora en la música, sino más bien una formadora de talentos. Además de que es completamente gratuita, claro, hay que hacer una audición para ingresar.

A destacar como entiende la música su dirigente:
"El rock entendido no como producto industrial de consumo inmediato, sino como impulso creativo comprometido con su tiempo y parte innegable de la cultura contemporánea" Guillermo Briseño, director de la escuela de Música del Rock a la Palabra.

Estas propuestas contrastan mucho con los famosos reality shows, que lamentablemente no se jactan de crear las televisoras, y al respecto el chilango Ramón Vargas dice: "Lo que necesitamos es hacer música y que los muchachos tengan dónde cantar y que se hagan más funciones, ¿Un programa de televisión como para qué, a dónde y qué van a cantar después los ganadores?" Ramón Vargas, figura del actual firmamento operístico mundial.

Y si estas opiniones no son suficientes:
"La música es un medio para canalizar muchas frustraciones. Es de cierto modo, una actividad catártica. Prefiero que los jóvenes aprendan a tocar un instrumento a que gasten su tiempo en otras cosas" Jorge Pérez-Penné, bajista autodidacta.

Ahora bien, si la enseñanza musical no es un adorno, sobre todo en estos tiempos tan difíciles, ¿cómo hacerle ver esto a las autoridades? Siendo un creyente de la razón, sigo imaginando un país crítico, que logre apreciar la maravilla no sólo del Rock y el Heavy Metal, sino del Blues, el Jazz, la Opera, la Música Clásica, etc., aunque por desgracia para mí, suspirar por un mundo de esta manera deberá seguir quedando sólo para la nostalgia legítima de los poetas.