Neal Morse - Lifeline

Desde su abandono por razones místicas de la banda que le hizo grande, Neal Morse ha sorprendido a propios y extraños con una productividad musical en solitario verdaderamente imponente.
Desde su primer esbozo en solitario con el que no muchos nos sentimos complacidos, Morse ha ido produciendo casi disco por año con sus dvds correspondientes, sus giras por iglesias,…
Después del gigante “Sola Scriptura”, “Lifeline” nos devuelve al Neal Morse de “?” con canciones más cortas, menos heavys, más sinfónicas.
Ya de entrada nos encontramos el espectáculo. Morse es el hombre de las overturas, de esos largos pasajes de 5 minutos en los que cada instrumento se va marcando su espectáculo. Es en esos momentos cuando te das cuenta de que este tío es el verdadero discípulo de Kansas. Pasajes que nunca aburren, que siempre te hacen sonreir y que complacen tanto como las melodías vocales tan “cool” que se marca. Da igual que nuestro inglés sea el de los vikingos o que seamos firmes defensores del ateismo; aunque no lo queramos acabamos cantando desgallitándonos “Jesús is my lifeline” mientras el chaval del coche de al lado flipa viéndonos hacer el tonto.
El disco cumple con lo que se espera de él. No se desmarca ni ofrece ningún paso definitivo o nuevo escalón en la capacidad compositiva de Morse. Es el producto al que nos tiene acostumbrados y eso no desmejora el resultado.
Un buen disco para un año plagado de discazos.